"El año pasado, pasé 322 días viajando, lo que significa que tuve que pasar 43 miserables días en mi casa."

Up in the air, 2009

domingo, octubre 05, 2014

Alice Munro / Demasiada felicidad

 
En el acto mecánico de ir a un supermercado, en ese recorrido por pasillos fríos, hospitalarios, en el sentido aséptico de la palabra. no me había percatado que Librerías Gandhi tiene un espacio de venta en Wallmart, junto al carbón para el asador, la margarina primavera y las refacciones para autos. En uno de los estantes encontré este libro de Alice Munro, premio Nobel de Literatura canadiense , mujer octogenaria de la cual no tenía ningún antecedente. Es cuestión de arrancar cualquiera de sus relatos para quedar inmerso en un mundo de personajes simples que se desdoblan en muchos otros, historias paralelas en la trama principal, insinuaciones con pocas palabras, como la vida es, por más que algunos quisieran verla rodeada de palabras. Frases directas que hacen que el tiempo pase de forma abrumadora, como si una puerta se cerrara en la cara del lector.  Cuentos de recuerdos que determinan toda una vida, cuentos de seres simples, simplificados, gente que no ríe. Los eventos que no se narran se sospechan, como las voces detrás de una puerta, como los murmullos. Protagonistas que han envejecido en tres palabras, crímenes narrados sin ninguna emoción, abrumadores, con el sólo poder del lenguaje más desarropado. Todo está delante de nuestros ojos desde el comienzo de cada cuento, como la voz en off de una película de cine negro; y está todo lo que no se describe pero que se desarrolla a la par, apenas insinuado: esa demasiada felicidad que sirve de título al libro debe estar entre las líneas de estas micro novelas, en el imaginario de sus personajes, en los recuerdos que fabrica la memoria para sustituir los años de abandono y monotonía.



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