"El año pasado, pasé 322 días viajando, lo que significa que tuve que pasar 43 miserables días en mi casa."

Up in the air, 2009

lunes, julio 17, 2017

KING CRIMSON





Al margen de las corrientes que nacen y desaparecen, con la bandera de la discreción histórica como postura, pero una discreción que estalla hasta reventar los tímpanos en la disonancia de la música elevada a la máxima potencia. Es en esa ambivalencia, en la seguridad de la postura artística de lo rimbombante y los silencios, donde crece con raíces fuertes lo que perdura. Nada hay de superficial en lo que toca King Crimson, todo tiene un sentido incuestionable, incluyendo los silencios que casi siempre son antecedente de momentos luminosos. Inclasificable esa vanguardia de más de cuarenta años, la sonoridad que permite que la experiencia auditiva se renueve constantemente y alimente a un público de cualquier edad. Una vez descifrado el ritmo, cuando la madeja se desenreda, uno entiende la soledad llena de matices que las notas dejan. La música en estado puro, así sin más.