Sabes demasiado
a licor
al agua de la fuente
a miradas a través de otros ojos
a sopa de letras
a raspado de fresa
Sabes al polvo que se impregna
a la almohada que suda a las tres de la mañana
Sabor de muñeca
de cebada joven
sabor a sábado a hierbabuena
a tierra pisada
y cacao
a tarde previa
a la excursión de mañana
Y es que todo me suena tan conocido
tan masticado
como los pasillos de un hotel
como las bancas de los parques
tan familiar a mi paladar
a mi abecedario
sabes a gato en la ventana
a día de reyes
a mazapán
a limonada
Sabes demasiado
Tendré que matarte