"El año pasado, pasé 322 días viajando, lo que significa que tuve que pasar 43 miserables días en mi casa."

Up in the air, 2009

domingo, junio 10, 2018

Anthony Bourdain







Tu cuerpo no es un templo, es un parque temático. Disfruta del viaje”

ANTHONY BOURDAIN

Hace ya algunos años, diez, once, quizá más, la cocina era un territorio vedado para mí. Jamás utilicé una estufa, ni entendía los mecanismos que hacían que una comida fuera capaz de emocionar. Era irrelevante, comer era nutrirse para crecer, como una planta, simple y llanamente. La necesidad de alimentar a mi hija fue lo que me llevó a la cocina y de manera estrepitosa me hundí en esa afición, como buen adicto que soy; me interesó más que el sabor o la técnica culinaria, esa posibilidad de emocionar efimeramente a alguien a través de lo que se cocina. No hay acto de amor más desinteresado que preparar comida para alguien, dicen algunos, y así lo entendí. Cocinar sano es un despropósito; para contar historias a través de los alimentos, se necesita tener mala leche porque comer es un acto que involucra todos los sentidos y cocinar es producir un efecto a ese nivel. Es crear algo que alguien llevará a su boca, se alojará en el interior de su cuerpo y, si es lo suficientemente emocionante, se quedará en su memoria permanentemente. Todo ese veneno tan atractivo, el valor de la comida real, la que marca, la que violenta, lo encontré en Anthony Bourdain, quizá el nombre que primero se me ocurriría si alguien me preguntara a quién admiro. Uno espíritu libre, de esos ya en extinción. Se te va a extrañar Tony. Buen viaje.