Quizá, lo que me ha pasado siempre es que he tenido una rebeldía muy poco agresiva, pero muy profunda, algo difícil de explicar, pero siempre he sido más rebelde de lo que he parecido y me han podido atribuir las personas que me conocen sólo superficialmente. Mi rebeldía no es de alharaca, le doy una vuelta a todo y acabo haciendo lo que quiero sin gritar (...) Yo no sé si es táctica, pero procuro rechazar lo que veo que no me gusta, rechazándolo dentro de mí... pero no levantando una bandera y gastando pólvora en salvas... es que soy modosa, muy modosa.
Carmen Martín Gaite
1 comentario:
Esa rebeldía es luego la más provechosa. Aunque parece que estos tiempos es políticamente incorrecta.
Publicar un comentario