"El año pasado, pasé 322 días viajando, lo que significa que tuve que pasar 43 miserables días en mi casa."

Up in the air, 2009

domingo, mayo 07, 2006

Amores eternos


Desnuda se sentía igual
que un pez en el agua
vestirla era peor que amortajarla
inocente y perversa
como un mundo sin dioses,
alegre y repartida
como el pan de los pobres.

No quise retenerla
de que hubiera servido
deshacer las maletas del olvido,
pero no sé que diera
por tenerla ahora mismo
mirando por encima
de mi hombro lo que escribo.

Le di mis noches y mi paz,
mi angustia, mi risa
a cambio de sus besos
sin su prisa.
Con ella descubrí que hay
amores eternos
que duran lo que dura
un corto invierno.

Conservo un beso de carmín
que sus labios dejaron
impreso en el espejo del lavabo,
una foto amarilla, un corazón oxidado
y esta sed del que añora
la fuente del pecado.

Antes que la carcoma de la vida cotidiana
acabara durmiendo en nuestra cama
pagana y arbitraria
como un lunes sin clase,
se fue de madrugada
no quiso ser de nadie.

Le di mis noches y mi paz,
mi angustia, mi risa,
a cambio de sus besos
sin su prisa.
Con ella descubrí que hay
amores eternos
que duran lo que dura
un corto invierno.

Joaquín Sabina

1 comentario:

Anónimo dijo...

Permanencia