"El año pasado, pasé 322 días viajando, lo que significa que tuve que pasar 43 miserables días en mi casa."

Up in the air, 2009

miércoles, octubre 13, 2010

Sintió como pasaban los minutos en una agonía lenta mientras en la geometría rígida del cuarto una lámina oscura impedía el paso del aire. Los destellos de las escenas transcurridas en el día acribillaban su hígado, avanzaban en un río de acidez, de la boca seca a la garganta, a la boca del estómago, a la revoltura previa al desenlace del flato que no aliviaba nada. La cama se llenaba de zurcos y en su trayectoria la promesa de sueños buenos se liquidaba y la ventana se espesaba con el paso de los autos que en la noche siempre parecen tripulados de malas noticias. En el anaquel se habían quedado el vaso vacío, las piezas dentales que sustituyeron su sonrisa original ya tan remota. Lo que latía fuerte, más allá de la sien y del tráfico de imágenes, era un río de palabras con olor a rancio que se aferraba a sus uñas y le dejaba la boca pastosa,confudiendo este síntoma de la escritura con algo parecido a la rinitis alérgica y al insomnio másdescarado.

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