"El año pasado, pasé 322 días viajando, lo que significa que tuve que pasar 43 miserables días en mi casa."

Up in the air, 2009

jueves, enero 10, 2008

La felicidad está al acecho, salta sobre nosotros como el ladrón en medio de la noche, a la vuelta de una esquina, en medio del sueño, todo porque una luz, una música, un rostro, un gesto cualquiera han derrotado de pronto a la desesperación de vivir. No hay ser humano que esté a salvo de ella, que pueda protegerse de sus devastadores asaltos. La felicidad no forma parte de este mundo que atraviesa como un relámpago: cuando apenas apresamos el deleite que produce, ya está lejos, ya es pasado. Un monstruo llegado desde fuera nos ha tenido a su merced para luego partir dejando tras de sí una tierra arrasada.

Héctor Bianciotti. Sin la misericordia de Cristo.

No hay comentarios.: