Amaneció en mis muslos
la mañana
y de tanto decir nada
con sus manos compradas
formó
con la peor de mis arcillas
una manzana
sus costillas hicieron mis mejillas
de su costado un río de rosas
emanó llanto
No sabe que le escribo
con mi cordura lista
no sabe que le formo
con mis huecos
una casa de muñecas
para que su desnudez
me vista
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