Tuvo flores
pasó de largo
contó las horas que faltaban
sus músculos ladraron
y la memoria susurro
que no debía perdonar
saltaron sus venas
en la contracción del odio
y con su bilis
escribió su mensaje póstumo
de pústulas y bolsillos vacíos
Dejó una silueta de tiza
en la banqueta
nadie sabe más
y hoy
quisiera pintar su cuerpo
con gises de colores
y hablarle
para saber
como se vive entre los muertos
1 comentario:
¡Ah! ¡Qué poema!
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