que no diga ninguno
aquí pasa un río
o la mañana escupe pájaros
en las azoteas
ni un minuto más por ahora
en la ceniza del reloj de madera
que cruje
y se debilita
que nadie agregue
ningún gajo en la memoria
que las playas sin nosotros
son espléndidas
que el sol no se puso
para iluminar el cuerpo
y en la sal de las algas
y las caracolas
explotan a diario
minas
que nadie se sienta
pensado
en medio de la brisa
déjenme ver ahora
las olas
sin humo
sin humanos
las olas
solamente
1 comentario:
me gusto, aunque me quedo con el anterior. De éste lo que más me gustó fue el final
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