"El año pasado, pasé 322 días viajando, lo que significa que tuve que pasar 43 miserables días en mi casa."

Up in the air, 2009

martes, octubre 10, 2006

Hay un arte que no hemos aprendido aún y que sólo depara la poesía. El arte de saber perder el tiempo. El tiempo no se gana en un objetivo concreto, en una programación d eprincipios de año. ¿Cuánto tiempo necesitamos para aprender a sentir?¿En saber estar solos con nosotros mismos?¿En intentar el inagotable milagro de una lectura profunda?¿En comenzar a olvidarnos de nuestra tensa impaciencia, ante un cuarteto de Mozart? ¿En entender que Velázquez pintó en el aire?Toda la vida. Hay que quedarse alelado al contemplar el vacío. Y eso nos lo da la poesía. Perder el tiempo. Dilapidarlo. Disolverlo, por completo, en pos del poema que aún no existe. Que ya se anuncia y ya se fuga. Qué buen motivo para intentar lo absoluto de la poesía, para cantar cada día.

¿Cómo escribir ahora, poesía,
por qué no callarnos definitivamente
y dedicarnos a cosas más útiles?

¿Qué heridas cura?

...podría también callar
de modo definitivo y profundo.


Juan Gustavo Cobo Borda

No hay comentarios.: