Hay un arte que no hemos aprendido aún y que sólo depara la poesía. El arte de saber perder el tiempo. El tiempo no se gana en un objetivo concreto, en una programación d eprincipios de año. ¿Cuánto tiempo necesitamos para aprender a sentir?¿En saber estar solos con nosotros mismos?¿En intentar el inagotable milagro de una lectura profunda?¿En comenzar a olvidarnos de nuestra tensa impaciencia, ante un cuarteto de Mozart? ¿En entender que Velázquez pintó en el aire?Toda la vida. Hay que quedarse alelado al contemplar el vacío. Y eso nos lo da la poesía. Perder el tiempo. Dilapidarlo. Disolverlo, por completo, en pos del poema que aún no existe. Que ya se anuncia y ya se fuga. Qué buen motivo para intentar lo absoluto de la poesía, para cantar cada día.
¿Cómo escribir ahora, poesía,
por qué no callarnos definitivamente
y dedicarnos a cosas más útiles?
¿Qué heridas cura?
...podría también callar
de modo definitivo y profundo.
Juan Gustavo Cobo Borda
No hay comentarios.:
Publicar un comentario