Me hubiera gustado conocer las ciudades del Archipiélago. Havnor en el corazón del mundo, y Ea donde nacieron los mitos, y Shelieth de las Fuentes en Way; todas las ciudades y todas las grandes tierras. Y también las pequeñas, las comarcas extrañas de los confines remotos. Navegar en línea recta hasta el paso de los dragones, y seguir hacia el oeste. O al norte, entre los témpanos de hielo. Hay quienes dicen que es una comarca más grande que todo el Archipiélago, y otros que no son más que rocas y arrecifes helados. Nadie lo sabe. Me gustaría ver las ballenas de los mares septentrionales...Pero no puedo. Tengo que ir a donde me lleva mi destino y dejar atrás las costas luminosas. Tuve mucha prisa y ahora no me queda tiempo. Cambié toda la luz del sol, y las ciudades y las tierras lejanas por un puñado de poder, por una sombra, por la oscuridad.
Úrsula K. Le Guin
1 comentario:
¿Hay acaso imprudencias pequeñas? Me pregunto, casi con esperanza ¿las hay?
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