Por divertirse a veces suelen los marineros
cazar a los albatros, aves de envergadura,
que siguen, en su rumbo indolentes viajeros,
al barco que se mece sobre la amarga hondura.
Apenas son echados en la cubierta ardiente,
esos reyes del cielo, torpes y avergonzados,
sus grandes alas blancas abaten tristemente
como remos que arrastran a sus cuerpos pegados.
¡Este viajero alado, oh qué inseguro y chico!
¡Hace poco tan bello, qué débil y grotesco!
¡Uno con una pipa le ha chamuscado el pico,
imita otro su vuelo con renqueo burlesco!
El Poeta es semejante al príncipe del cielo
que puede huir las flechas y el rayo frecuentar;
entre mofas y risas exiliado en el suelo,
sus alas de gigante le impiden caminar.
Charles Baudelaire
1 comentario:
Excelente poema que se convierte en una metafora de la existencia de este eximio poeta simbolista.poeta maldito, como el albatroz. es el riesgo de vivir en sociedad que, si bien hoy en dia hay un individualismo, todos se unen al momento de dapra danar al que se sale de los esquemas establecidos. es buen tema para que nuestros jovenes reflexionen.
Publicar un comentario