Algunos sólo pueden escribir cuando están tristes o cuando el dolor arrecia, por las noches. Escribimos también a contraluz, enceguecidos. Fabricamos espejos, botones de tinta que se rompen. Unos escriben a golpes de cincel sobre las piedras, otros en barcos de papel o sobre arena. Te escribo con la íntima certeza de que mi cuaderno acabará en ceniza, por eso te digo las hormigas, la mancha de leche en los manteles, los grillos, el olor del café por las mañanas.
Norberto de la Torre
1 comentario:
¿Crees en la telepatía?
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