Al filo del suelo una vaca milenaria
sufre por la punción de su costado
que mañana estará en la sopa
No hay terrones de tierra para mis zapatos
y en los rincones de la casa
entre las trampas vacías
se esconden calabozos
No es una estepa la piedra
donde mueren al menos una vez al día
las liebres y las mazorcas
Queda el recurso del río nata
y las canicas de agua
invadidas de sapos
Si la llave funciona alejada del bolsillo
en el fondo del establo inmundo
escucharás
los quejidos de un unicornio
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